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El microbioma intestinal o conocido de otra manera como flora intestinal ¿Puede influir en el aumento de peso y en la obesidad? Escribir sobre el microbioma intestinal es todo un reto ya que a pesar que la investigación avanza muy rápido, todavía recién se está empezando a conocer.
Hace más de 2000 años, Hipócrates afirmó: ¡todas las enfermedades comienzan en el intestino! eso nos dice que no es nuevo para la ciencia.
El microbioma intestinal tiene un amplio espectro de microbios, en los que se encuentran bacterias, parásitos eucarióticos, hongos (por ejemplo, levaduras), protozoos y virus (incluidos bacteriófagos).
Sí, suena raro, lo sabemos y es muy complejo, pero la alimentación tiene muchísima influencia en el equilibrio del microbioma intestinal por eso a nosotros nos importa.
La flora intestinal (1)(2), es el hogar de 100 billones de microorganismos tan únicos como tu huella dactilar, y pueden ser alterados rápidamente por factores tales como la alimentación o estilo de vida.
Solo por curiosidad, el tracto gastrointestinal de un adulto sano contiene 10 veces más microorganismos (100 billones) que células eucarióticas en todo el cuerpo, y se estima que es entre 50 y 100 veces el tamaño del genoma humano (3).
¿Quizá somos más bacterianos que humanos? Es interesante reflexionar sobre esta pregunta.
Las bacterias intestinales influyen notablemente en tu respuesta inmunológica. Los eventos inflamatorios empiezan en tu intestino y posteriormente se desplaza a tu cerebro, el cual envía señales al resto del cuerpo en un ciclo de alimentación bastante complejo.
Investigaciones recientes han demostrado que el microbioma intestinal y la salud del intestino en general también tienen un papel importante tanto en la obesidad como en la diabetes (4).
Además, promueve la función gastrointestinal normal, proporciona protección contra las infecciones, regula el metabolismo, influye en más del 80% de nuestro sistema inmune e influye en el estado de ánimo y el comportamiento.
La investigación médica, ha determinado que los desequilibrios en el microbioma intestinal, tiene una influencia directa con enfermedades autoinmunes como Hashimoto o diabetes tipo 1.
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¿Qué sucede con el microbioma intestinal y el sobrepeso? ¿Tiene alguna influencia?
En realidad todavía no se sabe, hay mucha investigación donde casi todas las pistas dicen que tiene influencia pero no se puede determinar con rotundidad.
Sin embargo, en una investigación en Noviembre de 2004 se determinó que, traspasando bacterias intestinales de ratones obesos a ratones delgados provocó un aumento del 60% en la grasa corporal y un descenso en 14 días en la resistencia a la insulina después de la alteración de la flora intestinal (5).
Recientemente, un grupo de investigadores en Brasil publicó una nueva revisión de un estudio que explora la idea de que la permeabilidad intestinal es un factor que contribuye a la obesidad. Identificaron tres mecanismos separados pero relacionados: disbiosis intestinal, una alimentación poco saludable y deficiencias específicas de nutrientes.
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Estos tres factores de riesgo probablemente interactúen para causar permeabilidad intestinal y promover el desarrollo del síndrome metabólico y la obesidad (6).
Otro estudio reciente (7) determinó que en los humanos los cambios en el microbioma intestinal son una asociación más que la causa principal de la obesidad.
A día de hoy no hay una determinación clara de si las alteraciones en la salud intestinal son la causa o la consecuencia de la obesidad, pero si es cierto que existe una firme asociación entre disbiosis intestinal y obesidad
Una teoría dice, que la actividad metabólica del microbioma intestinal contribuye al aumento de peso al hacer que se extraigan más calorías de los alimentos que pasan por el intestino debido a las «bacterias malas». El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) también puede influir en la permeabilidad intestinal al aumentar el estreñimiento, reducir la actividad de las enzimas pancreáticas y el ácido gástrico, y perturbar la relación de la flora intestinal con el sistema inmune.
La suplementación con probióticos en altas dosis y de cepas bacterianas variadas (ya que existen más de 400 especies distintas), puede ayudar a fortalecer las uniones estrechas del intestino. Los probióticos pueden tener efectos anti inflamatorios en el intestino, regulando la producción de citoquinas inflamatorias y reduciendo la permeabilidad intestinal.
Esto demuestra los beneficios de un microbioma intestinal equilibrado y saludable (conocido como eubiosis) para mantener la función de la barrera intestinal, particularmente en la obesidad.
Lo que comes afecta directamente a la composición de la flora intestinal, pero también se puede suponer que puede ocurrir al revés; ese microbioma intestinal (8)(9) en parte determina lo que comes.
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Las personas con disbiosis intestinal y especialmente con crecimiento excesivo de levadura a menudo sienten antojos de azúcar. El microbioma intestinal probablemente puede influir en los antojos de alimentos y, por lo tanto, desempeña un papel en la determinación en los hábitos alimenticios diarios.
La importancia del microbioma intestinal no debe subestimarse. Se ha probado que en el embarazo, la flora intestinal desequilibrada de una madre con sobrepeso u obesidad puede transmitir al hijo durante el nacimiento, la lactancia y los primeros años. Esto quiere decir, que la «flora intestinal « se transmite al niño (10)(11).
Según una investigación de la universidad de Harvard, los niños nacidos por cesárea podrían tener el doble de riesgo de tener sobrepeso. El aumento de la obesidad se ha relacionado con la falta de exposición a bacterias buenas que se pueden encontrar en la pared vaginal cuando el niño traspasa el útero para dar inicio a la vida.
Deficiencias nutricionales e intestino permeable
Hay varias deficiencias de micronutrientes que están asociadas con la función de barrera intestinal, específicamente los micronutrientes son: vitamina A, magnesio, zinc, vitamina D y calcio.
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La vitamina A, el zinc y el magnesio ayudan a mantener uniones estrechas en el intestino y regulan la diferenciación endotelial en el intestino, mientras que la vitamina D estimula la renovación del revestimiento intestinal y la resistencia al daño mediante la modulación del sistema inmune.
La vitamina D y el calcio juegan un papel conjunto en el mantenimiento de la barrera intestinal mediante el apoyo de las bombas de transporte de ATP en las células intestinales.
En la obesidad, la ingesta de estos micronutrientes es típicamente baja, por lo que las deficiencias podrían desempeñar un papel importante en el agravamiento de las afecciones intestinales con fugas, especialmente cuando se combina con disbiosis intestinal y malas elecciones alimenticias.
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Nosotros conocemos muy bien el beneficio que aporta al microbioma intestinal la complementación de ciertos nutrientes en la dosis adecuada, ya que no solo es importante sino fundamental para estar saludable como puedes darte cuenta.
No hay nada claro y definido, todavía existe un largo camino que recorrer sobre el microbioma intestinal.
Lo que sí que está demostrado es que el microbioma intestinal es crucial para normalizar los niveles de testosterona, reducir el cortisol, aumentar las hormonas de la saciedad, mejorar la sensibilidad a la insulina, aumentar las bacterias intestinales beneficiosas y reducir la toxicidad de los lipopolisacáridos que estos factores sí que tienen una influencia más directa para mejorar tu salud metabólica.
Y por supuesto, mejorará tu salud general, que es realmente lo importante.
El problema de una creencia incorrecta sobre el microbioma intestinal.
Demasiadas veces tanto en los medios de información, como en medios digitales leemos, escuchamos y nos creemos que: Por comer mucha fibra, por complementar la alimentación con probióticos de forma regular o por consumir yogur con bífidos…
Con esto, ¿ya está todo resuelto? La verdad es que NO.
La composición de lo que comes es un determinante principal en la composición del microbioma intestinal. Una persona que tenga problemas de sobrepeso y obesidad, puede re equilibrar su flora intestinal cambiando sus hábitos alimenticios.
Pero no es una ciencia exacta, ni es rápido y no todos solucionarán sus problemas de la misma manera ya que el grado de disbiosis en cada persona es diferente.
¿Con que alimentos puedo re equilibrar el microbioma intestinal?
No nos vamos a extender mucho, pero antes de terminar este artículo, queremos darte unas pautas alimenticias importantes para el microbioma intestinal.
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1- Consumir microorganismos probióticos (semillas del microbioma intestinal): Necesitas consumir alimentos que aporten bacterias probióticas. Puedes elegir la vía de suplementos de alta dosis y con una diversidad de bacterias alta, conjuntamente con alimentos fermentados como, verduras cultivadas fermentadas (se requiere conocimiento para su elaboración), kéfir, yogur, crema agria…etc.
2- Consumir fibras prebióticas (el alimento de los microorganismos): La fibra prebiótica, también conocida como fibra soluble, que incluye «almidón resistente» es un hidrato de carbono, pero nunca lo verás reflejado en una etiqueta de una composición nutricional de un alimento.
Los carbohidratos se dividen en tres categorías:
- Carbohidratos netos (fibras digeribles): Son azúcares intrínsecamente simples o polímeros de sacáridos que las enzimas humanas pueden separar fácilmente en azúcares simples. Estos alimentos se vuelven (principalmente) glucosa en sangre y fructosa en sangre rápidamente (generalmente antes de llegar al colon). Este tipo de carbohidratos hay que limitarlos mucho en tu alimentación.
Los carbohidratos netos no te los indican en ninguna tabla nutricional de los alimentos, pero podrías calcularlo de forma sencilla así:
Carbohidratos netos = Carbohidratos totales – fibra
- Fibra prebiótica: Estos son polisacáridos que las enzimas humanas no pueden dividir fácilmente, pero que son digeribles por la flora intestinal, su función es producir más flora intestinal y varios subproductos, principalmente ácidos grasos de cadena corta.
Sí, ácidos grasos saturados.
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La fibra prebiótica no está reflejada por ninguna etiqueta nutricional, así que vas a necesitar de un profesional que te indique y te asesore. Por ejemplo la inulina es una fibra 100% prebiótica, el plátano verde, el puerro, algunas legumbres…etc. contienen fibras prebióticas.
Advertencia: Cuidado con exceder su consumo ya que puedes tener reacciones adversas, como gases, inflamación intestinal, mareos…etc. Un profesional de la salud te dirá que alimentos debes y cuánto.
- Fibras no digeribles: Muchas personas confunden estas fibras como prebióticas, pero no es lo mismo. Son polímeros (como la celulosa) que pasan intactos por el tracto intestinal. Es recomendable un consumo diario pero de forma moderada es suficiente.
Si has llegado hasta aquí, ya tienes más información sobre el microbioma intestinal, aunque todavía queda un largo camino que recorrer, cada día salen hallazgos nuevos sobre los beneficios de la salud que aporta un microbioma intestinal equilibrado. Merece la pena el esfuerzo diario el consumir alimentos y complementos para garantizar un mejor equilibrio intestinal…
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Hasta pronto.
PD: Comparte este artículo con tus amigos y familiares, el microbioma intestinal es importante para la salud de todos los seres humanos. Comparte ahora…
Referencias del artículo
1. https://biologydirect.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13062-015-0092-3
2. https://aeon.co/essays/how-a-cocktail-of-live-viruses-can-work-when-antibiotics-fail
3. https://pmj.bmj.com/content/80/947/516
4. http://science.sciencemag.org/content/328/5975/228
5. http://www.pnas.org/content/101/44/15718?ijkey=fc4b8a441c10bf06c7ec71474c49ec62decddb8b&keytype2=tf_ipsecsha
6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23084636
7. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26474235
8. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3554020/
9. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4270213/
10. Kalliomaki M., Collado MC, Salminen S., et al. The first differences in the composition of fecal microbiota in children can predict overweight
Am J Clin Nutr Marzo 2008 vol. 87 no. 3 534-538
11. Vael C, Verhulst SL, Nelen V, y col. Intestinal microflora and body mass index during the first three years of life: an observational study.
Gut Pathog . 2011 23 de mayo; 3 (1): 8.
Referencias de imagen y fotografía:
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Todo el contenido expuesto en este artículo, es únicamente informativo y educativo, no sustituye el criterio de su médico o cualquier profesional de la salud. De hecho recomendamos consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier método de pérdida de peso.